Uno de cada tres colombianos (más de 15 millones) padece de dolor de espalda.
Se trata de uno de los problemas de salud con más incidencia a nivel global: alrededor de un 7% de la población presentará dolor lumbar cada año y más del 90 %, en algún momento de su vida.
Una afección que merma considerablemente la calidad de vida (falta de sueño, movilidad, etc) y que se presenta de una manera muy diversa: desde dolor muscular hasta una sensación de ardor o dolor muy agudo o punzante.
Entre ellos, el dolor irradiado que procede del abultamiento o rotura de alguno de los discos de la columna vertebral suele resultar especialmente irritante.
En este artículo conoceremos qué es un disco abultado, las diferencias con la hernia de disco, cómo prevenirlo y cómo tratarlo de raíz con la enorme capacidad curativa de las células madre. ¿Lo vemos?
Anatomía de un disco: un cojín a medida para nuestras vértebras
En edad adulta, la columna vertebral está compuesta de 26 huesos (vértebras).
Curiosamente, en los primeros años de vida tenemos 33 vértebras, algunas de las cuales se fusionan con el tiempo hasta completar esas 26.
Estos huesos proporcionan soporte axial al tronco y protegen la médula espinal que se prolonga a través de su cavidad central.
Los discos son estructuras suaves y flexibles que se ubican entre cada una de esas vértebras.
En su parte más interna, los discos están llenos de una sustancia gelatinosa denominada núcleo pulposo, que amortigua la columna espinal a modo de “pequeños cojines” en infinidad de actividades diarias como caminar, correr, saltar, etc.
Ese núcleo está rodeado por el anillo fibroso, una sucesión de coberturas cartilaginosas que mantienen intacto al núcleo cuando se aplica alguna fuerza sobre la columna.
Además de amortiguación, los discos facilitan mayor amplitud de movimiento y flexibilidad a la columna.
Diferencias entre disco abultado y hernia discal
La primera diferencia radica en que la hernia discal es una dolencia ampliamente conocida y diagnosticada, mientras que la gran mayoría de la población no sabe qué es un disco abultado y habitualmente se subestima, pese a la importancia de su identificación temprana.
Se calcula que aproximadamente el 15% de la población colombiana experimentará algún grado de hernia abultada en algún momento de su vida. Este incremento puede atribuirse a factores como el envejecimiento de la población, estilos de vida sedentarios y factores genéticos.
En un disco abultado el anillo exterior de colágeno todavía está intacto, sólo deformado. En una hernia la integridad del anillo exterior del disco se ha visto comprometida y puede romperse o desgarrarse. Esto permite que la sustancia gelatinosa interna del disco atraviese la pared exterior y llegue a causar una incomodidad extrema presionando los nervios adyacentes.
El interior gelatinoso (núcleo pulposo) sometido a alta presión, puede deslizarse a través de un desgarro o de una zona debilitada en el anillo y sobresalir de sus límites (protuir).
Más del 80% de las hernias de disco se localizan en la columna lumbar. Son más frecuentes en las personas de 30 a 50 años de edad. Entre estas edades, el anillo fibroso se debilita.
Pero pasados los 50, el núcleo pulposo comienza a endurecerse, lo que hace menos probable las hernias.
¿Por qué ocurre un disco abultado?
Existe una amplia variedad de motivos, pero algunas de las causas más comunes podrían ser:
- Accidente de vehículo u otra lesión traumática
- Esfuerzo en el levantamiento de objetos pesados
- Esfuerzo repetitivo en entorno laboral
- Postura inadecuada
- Enfermedad degenerativa del disco o genética
- Edad: hace que los discos sean menos flexibles y en consecuencia, más propensos a romperse
Síntomas de un disco abultado
Hay una gran cantidad de nervios que comienzan en la zona lumbar o en la columna lumbar. Estos nervios controlan el movimiento y la sensación en la espalda, pero también en las piernas y los pies.
Los nervios que provienen de la columna cervical controlan las sensaciones y los movimientos en los brazos y las manos.
Generalmente, los síntomas de un disco abultado serán más prominentes en un lado del cuerpo. Esto se debe a que cuando la gelatina del interior del disco se desplaza, va a ambos lados de los huesos de la columna.
Entre los síntomas más habituales encontramos:
Dolor intermitente
En determinados momentos del día o ante posiciones concretas el dolor puede desaparecer, o empeorar. De hecho, si el dolor es constante ante cualquier circunstancia, puede ser que el disco abultado no sea la causa del dolor.
Malestar distal
Por “distal” entendemos la parte más alejada del centro del cuerpo. Si tenemos en cuenta que todos los nervios se comunican entre sí, cuando se presiona la raíz de un nervio en la parte baja de la espalda, es posible que los síntomas se irradien a las piernas, los pies o los dedos de los pies.
Este dolor irradiado se llama radiculopatía. Con un disco abultado, el lugar donde puede sentir los síntomas en las piernas o los pies corresponde a un segmento espinal específico, de manera que puede ayudar al médico a identificar dónde se origina el problema en la columna.
Por ejemplo, ante un dolor u hormigueo en el dedo gordo del pie, podemos ver que sus nervios corresponden al segmento espinal L4. La ‘L’ se refiere a la columna lumbar (espalda baja) y ‘4′ al nivel de la columna lumbar donde se origina el dolor.
Para mayor detalle, en la siguiente ilustración podemos consultar la relación entre las vértebras, los nervios espinales que salen entre ellas y los órganos y músculos que alcanzan:
Sensaciones inusuales
Además del dolor, es posible sentir hormigueo, ardor o que un área esté completamente entumecida. También se puede percibir debilidad en zonas de los brazos, piernas, manos o pies.
Síntomas irregulares de intestino y vejiga
Perder el control de las funciones intestinales y de la vejiga (se traduce en que no se puede llegar al baño a tiempo) es una emergencia y se debe consultar a un médico de inmediato
Hábitos saludables, la columna vertebral de la prevención.
Ciertos hábitos nocivos pueden acelerar el ritmo de degeneración de la columna. Las siguientes modificaciones en el estilo de vida pueden promover una columna vertebral saludable y ayudar a prevenir o retrasar el desarrollo de afecciones degenerativas, como el disco abultado:
- Hacer ejercicio regularmente
- Consumir una dieta equilibrada y rica en nutrientes
- Mantener un peso corporal saludable
- Practicar una buena postura
- Uso de técnicas de elevación adecuadas
- Evitar el consumo de tabaco
- Minimizar el consumo de alcohol
Tratamiento del disco abultado. De aliviar temporalmente, a curar fácilmente.
Medicamentos
Los medicamentos, específicamente los AINE (antiinflamatorios no esteroides), generalmente se administran como primera línea de defensa en el tratamiento de los síntomas de una lesión de la columna. Sin embargo, sólo actuarán sobre el dolor y no tratarán la fuente del problema. Son una solución a corto plazo.
Terapia física
El fisioterapeuta ayudará a mejorar determinados movimientos o esfuerzos, pero tampoco tratará la raíz de problema.
Intervención quirúrgica
Habitualmente tratamos de evitarla: puede resultar compleja, implica ciertos riesgos y requiere periodos de recuperación prolongados. Pero en los casos más graves, quizás sea inevitable para eliminar los síntomas.
Los diferentes niveles de cirugía (desde cirugía menor a mayor) pueden enfocarse a extraer completamente el disco causante, extraerlo y reemplazarlo, o simplemente limpiar la sección deshilachada o rota del disco que está causando el dolor.
Terapia con células madre
Este proceso consiste en inyectar células madre en la fuente del dolor, donde se reproducirán y crecerán hasta convertirse en células sanas.
Se trata de un método revolucionario y seguro, que recurre a los mecanismos curativos naturales del cuerpo con resultados a largo plazo. Por lo tanto, resulta una opción menos invasiva que la cirugía y no causa los efectos secundarios comunes a muchos medicamentos.
Beneficios del tratamiento con células madre para el disco abultado:
1. Regeneración del Tejido.
Las células madre tienen la capacidad de diferenciarse en células del disco intervertebral, promoviendo así la regeneración del tejido dañado. Este proceso es mucho más que una solución transitoria: contribuye a restaurar la funcionalidad del disco y a aliviar la presión sobre los nervios circundantes.
2. Reducción de la Inflamación.
Las células madre también poseen propiedades antiinflamatorias, lo que puede ser crucial en el tratamiento de la hernia abultada, donde la inflamación desempeña un papel importante en la sintomatología.
3. Minimiza los riesgos.
A diferencia de la cirugía convencional, la terapia con células madre presenta un riesgo mínimo de complicaciones. Si se utilizan las propias células del paciente, se reduce la probabilidad de rechazo o efectos secundarios adversos.
El futuro ya se impone
El tratamiento con células madre es una realidad desde hace muchos años (recordamos que ya hace más de una década que se alcanzó la cifra de 1 millón de trasplantes de células madre sanguíneas).
Pero especialmente en el siglo XXI, las noticias sobre investigaciones y resultados exitosos son cada vez más frecuentes. Por ejemplo, las células madre de la sangre del cordón se están utilizando en la actualidad en más de 5.000 ensayos clínicos. Hoy pueden tratarse con células madre cerca de 100 enfermedades, entre ellas diversidad de enfermedades degenerativas crónicas.
America Cell Bank nació en 2012 desde la ilusión y el asombro ante la capacidad de estas células para mejorar la calidad de vida de millones de personas. Esa ilusión nos ha impulsado a obtener, cuidar y ofrecer las células madre desde el trato más humano, los estándares internacionales más rigurosos y la medicina regenerativa más avanzada. Hacerlo así, a nosotros también nos da la vida.
Fuentes:
https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/back-pain/symptoms-causes/syc-20369906
https://medlineplus.gov/spanish/ency/esp_imagepages/1116.htm
https://spineteamtexas.com/es/blog/bulging-disc-summary-symptoms-and-treatments/
