En 2021 había más de 15 millones de personas con lesiones medulares. En la mayoría de los casos, traumatismos causados por caídas, accidentes de tráfico o violencia.
Las lesiones medulares pueden mermar la capacidad de realizar actividades cotidianas como caminar, utilizar las manos, vaciar fisiológicamente el intestino o la vejiga o lavarse y vestirse. De manera que las personas con lesiones medulares más graves suelen necesitar cuidados y apoyo continuos, hasta el punto de que puede afectar a la salud, el bienestar y las relaciones sociales del cuidador.
Suele suponer un golpe devastador en la calidad de vida de pacientes y un cambio drástico en el día a día de su entorno más cercano.
Hasta ahora, las lesiones medulares han sido consideradas en gran parte irreversibles. Pero no podemos resignarnos ante un problema de salud global tan debilitante. La medicina regenerativa avanza para dar buenas noticias. En este artículo conoceremos las particularidades de la terapia celular aplicada a la LME y los resultados obtenidos de los estudios más significativos.
La médula espinal: un órgano complejo
La médula espinal es una estructura vital que conecta el cerebro con el resto del cuerpo a través de un sistema de nervios. Controla funciones motoras, sensoriales y autónomas, lo que la convierte en una de las áreas más críticas del cuerpo.
Cuando se produce una lesión en la médula espinal, se interrumpe esta conexión, lo que puede llevar a la parálisis parcial o completa, así como a la pérdida de la función sensorial por debajo del sitio de la lesión.
- Parálisis completa: si se pierde toda la sensibilidad y toda la capacidad para controlar el movimiento por debajo de la lesión.
- Parálisis parcial o incompleta: cuando sí hay un poco de sensibilidad y control del movimiento por debajo del área afectada.
Estas lesiones pueden ser causadas por traumatismos, enfermedades degenerativas o infecciones.
Síntomas de una LME. Cuando nada vuelve a ser igual.
La LME puede causar síntomas que cambian drásticamente el día a día de los pacientes y su entorno. Entre ellos:
- Pérdida de movimiento
- Perdida o alteración de la sensibilidad, incluido un cambio en la capacidad de sentir el calor, el frío y el tacto
- Pérdida del control de los intestinos o de la vejiga
- Actividades de reflejos exagerados o espasmos
- Cambios en la función sexual, sensibilidad sexual y fertilidad
- Dolor o una sensación intensa de pinchazos causada por el daño en las fibras nerviosas de la médula espinal
- Dificultad para respirar, toser o eliminar las secreciones de los pulmones
Además, hay otros síntomas de LME que constituyen una emergencia después de un accidente incluyen:
- Dolor intenso de espalda o presión en el cuello, la cabeza o la espalda
- Debilidad, falta de coordinación o pérdida del control en cualquier parte del cuerpo
- Entumecimiento, hormigueo o pérdida de sensibilidad en las manos, los pies y los dedos de las manos o los pies
- Pérdida del control de la vejiga o de los intestinos
- Dificultad para mantener el equilibrio y caminar
- Dificultad para respirar luego de la lesión
- Torcedura del cuello o la espalda
Durante años, los tratamientos disponibles se han limitado a la rehabilitación, control del dolor y dispositivos de asistencia, pero no han ofrecido una verdadera regeneración del tejido dañado. En este contexto, las células madre están avanzando para revertir los daños en la médula espinal.
Tratamiento con células madre para la LME. Innovación de principio a fin.
Los métodos para trasplantar células madre en la médula espinal lesionada evolucionan constantemente. Mientras que la inyección directa de las células en el punto de la lesión es el procedimiento más común, cada vez es más frecuente el uso de andamios biocompatibles que ayuden a guiar el crecimiento celular y la formación de conexiones neuronales.
Además, los avances en la nanotecnología y la bioingeniería pueden impulsar la creación de microambientes que favorezcan la regeneración más eficaz de los tejidos medulares.
Asimismo, la combinación de terapias de células madre con otros enfoques terapéuticos, como el uso de factores de crecimiento, proteínas específicas y biomateriales, es una de las áreas de investigación más activas.
El tratamiento con células madre para las lesiones de la médula espinal implica varios pasos, que varían dependiendo del tipo de células utilizadas y del enfoque específico. Desde América Cell Bank establecemos diversas fases previas al tratamiento relacionadas con la atención, pruebas y valoraciones por parte de especialistas, pero el proceso habitual se basa en:
- Obtención de células madre: Dependiendo del enfoque, las células madre pueden obtenerse de diferentes fuentes:
- Si se utilizan células madre adultas, estas pueden obtenerse del propio paciente mediante procedimientos como la extracción de médula ósea o de tejido adiposo.
- Respecto a las células madre pluripotentes inducidas (iPSC), son células adultas que han sido reprogramadas genéticamente para volver a un estado pluripotente (pueden transformarse en cualquier tipo de célula. Su descubrimiento en 2006 revolucionó el campo de la medicina regenerativa, ya que combina la versatilidad de las células madre embrionarias y se reducen posibles inconvenientes éticos.
- En cuanto a las células madre embrionarias (células pluripotentes procedentes de blastocistos con 3 a 5 días de vida), su alto potencial de diferenciación las convierte en candidatas ideales para la regeneración de tejidos, aunque su uso todavía despierta alguna controversia.
- Expansión y diferenciación: Una vez obtenidas, las células madre son cultivadas en laboratorio para producir un número suficiente de células. En algunos casos, las células madre pueden ser inducidas a diferenciarse en tipos específicos de células neuronales antes de ser trasplantadas.
- Administración de las células: Existen varios métodos para administrar las células madre a la médula espinal lesionada. Uno de los enfoques más comunes es la inyección directa de las células en el sitio de la lesión a través de una cirugía mínimamente invasiva. Este proceso requiere una planificación cuidadosa para evitar dañar aún más los nervios y asegurar que las células se introduzcan en el área afectada.
- Integración y regeneración: Después del trasplante, el objetivo es que las células madre se integren en el tejido nervioso, diferenciándose en neuronas y células gliales, y contribuyendo a la reparación de las conexiones dañadas. En algunos casos, las células madre también pueden liberar factores de crecimiento y otros compuestos bioactivos que estimulan la regeneración del tejido.
- Rehabilitación y seguimiento: La rehabilitación juega un papel crucial en el éxito de estos tratamientos. Aunque las células madre pueden ayudar a reparar el tejido dañado, la recuperación funcional también depende de la rehabilitación intensiva para entrenar el cerebro y la médula espinal a adaptarse a los cambios.
Evolución de los estudios sobre LME tratadas con células madre
El uso de células madre en pacientes con lesiones de la médula espinal ha mostrado resultados prometedores en varios ensayos clínicos y estudios. Entre ellos podemos destacar:
- Estudio de Geron Corporation (2010): En 2010, la compañía biotecnológica Geron inició el primer ensayo clínico autorizado por la FDA para tratar lesiones de la médula espinal con células madre embrionarias. En este estudio, las células progenitoras de oligodendrocitos (derivadas de células madre embrionarias) fueron trasplantadas en pacientes con lesiones medulares recientes. Los resultados preliminares mostraron cierta recuperación de la función sensorial en los pacientes tratados, lo que generó un gran optimismo en la comunidad científica. Aunque Geron suspendió sus ensayos en 2011 por razones económicas, los resultados abrieron la puerta a investigaciones posteriores.
- Estudio de StemCells Inc. (2016): Este ensayo clínico fase II investigó el uso de células madre neurales derivadas de tejido fetal para tratar pacientes con lesiones medulares crónicas. Algunos pacientes mostraron mejoría en su capacidad para sentir y moverse por debajo del nivel de la lesión, lo que sugiere que las células madre pueden estimular la regeneración incluso en lesiones de larga duración.
- Caso de Darek Fidyka (2014): Uno de los casos más notables en el tratamiento de lesiones medulares con células madre es el de Darek Fidyka, un hombre polaco que quedó paralizado de la cintura para abajo tras una lesión medular. En un tratamiento pionero llevado a cabo por el neurocirujano polaco Dr. Pawel Tabakow y su equipo, se utilizaron células olfativas de la glía, derivadas de las células madre de su nariz, para reparar su médula espinal. Tras varios años de rehabilitación y seguimiento, Fidyka recuperó cierta capacidad para caminar con la ayuda de un andador, marcando un hito en la medicina regenerativa.
Las evidencias mostradas por el último estudio de Mayo Clinic, también suponen un gran paso para generar confianza en la medicina regenerativa. Vamos a conocerlo:
Estudio de Mayo Clic: un nuevo salto hacia la medicina regenerativa.
El estudio muestra que las células madre obtenidas de la grasa de los pacientes son seguras y pueden mejorar la sensibilidad y el movimiento en lesiones de la médula espinal causadas por traumatismos.
Los resultados de esta investigación inicial proporcionan información sobre el potencial que ofrece la terapia celular para personas que tienen lesiones de la médula espinal y parálisis, cuyas posibilidades de mejorar la función son muy limitadas.
En el estudio que involucró a 10 adultos, el equipo de investigación observó que siete participantes mostraron mejoras según la escala de discapacidad de la Asociación Estadounidense de Lesión Medular (ASIA). Esta escala se compone de cinco niveles, que van de la pérdida total de la función a la función normal.
Las mejoras incluyeron aumento de la sensibilidad en las pruebas de pinchazo y toque ligero, aumento de la fuerza en grupos musculares del aparato motor y recuperación de la contracción anal voluntaria, lo que contribuye a la función intestinal. Los siete participantes que mostraron mejoras subieron al menos un nivel en la escala de ASIA. Tres pacientes del estudio no tuvieron respuesta.
“Este estudio demuestra la seguridad y el beneficio potencial que ofrecen las células madre y la medicina regenerativa”, afirma el Dr. Mohamad Bydon, neurocirujano de Mayo Clinic y primer autor del estudio.
No se informaron eventos adversos graves luego del tratamiento con células madre.
Para obtener las células madre de los participantes, se extrajo una pequeña cantidad de grasa mediante una incisión de 1 a 2 pulgadas (2,5 a 5 cm) en el abdomen o el muslo. Durante cuatro semanas, las células se reprodujeron en el laboratorio hasta alcanzar los 100 millones. A continuación se inyectaron en la columna lumbar de los pacientes, en la parte baja de la espalda.
La médula espinal tiene una capacidad limitada para reparar sus propias células y generar nuevas: las células del sistema nervioso central están tan especializadas que no pueden replicarse y crear nuevas células especializadas, lo que dificulta la recuperación de una LME. Por este motivo, el estudio de Mayo Clinic resulta especialmente relevante.
Por lo general, los pacientes logran su mayor grado de recuperación en los primeros 6 a 12 meses posteriores a la lesión. Entre los 12 y 24 meses después de la lesión, la mejora suele detenerse. En el estudio, un paciente con una lesión en la columna cervical recibió células madre 22 meses después de sufrir la lesión y mejoró un nivel en la escala de ASIA después del tratamiento.
Dos de los tres pacientes que presentaban lesiones completas de la columna torácica, es decir, que no tenían sensibilidad ni movimiento debajo de la lesión entre la base del cuello y la zona media de la espalda, subieron dos niveles en la escala de ASIA después del tratamiento. Los dos recuperaron algo de sensibilidad y control del movimiento debajo del nivel de la lesión.
“En una lesión de la médula espinal, incluso una leve mejora puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida del paciente”, afirma el Dr. Bydon.
En definitiva, la realidad sigue dando cada vez más fuerza a la medicina regenerativa. En America Cell Bank somos muy conscientes de ello, por eso seguimos ampliando nuestros servicios y tratamientos en diversas áreas (células madre, terapia para el dolor, lifting facial sin cirugía, longevidad y antiaging) y aplicando los criterios de excelencia que nos han convertido en la principal referencia biomédica de Colombia.